La aventura comienza a las 9.30 de la mañana en la localidad de Bouliac, a pocos kilómetros de Burdeos, los participantes, de izquierda a derecha, Ismael, Hervé, Fred y yo, y al otro lado de la foto Giovanni.
Durante el camino fuimos atravesando bosques, rodamos por la la ribera de la Garone y pasamos por inmensas viñas repletas de racimos bien maduros.
Los problemas técnicos no faltaron, dos pinchazos, una cadena rota y el abandono de Fred a mitad del camino. Tampoco faltaron los productos regionales como el foie, las uvas recién cortadas y el vino en sustitución a las barritas y bebidas energéticas, y todo ello aderezado con las mejores vistas a los viñedos y una gran compañía.
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